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Adicciones

Luego de leer el texto de abajo y los links adicionales responder las siguientes preguntas

ACTIVIDAD

  1. ¿Qué entienden por drogas? tanto Legales como Ilegales

  2. ¿Son peligrosas?¿Por qué?

  3. ¿Qué es ser adicto?¿Qué produce y como lo puedo detectar?

  4. ¿Por qué creen que la drogo o las adicciones están asociadas fuertemente a la música y a algunos estilos en particular?

  5. ¿Qué géneros/estilos pueden llegar a vincularse con esto?

  6. Elegí una canción que tenga relación de alguna manera con estos temas. Hacer un resumen de la letra donde se cuente la historia. Pudiendo identificar si la canción:

    - Fomenta el consumo
    - Cuenta una historia referida a eso
    - No tiene relación directa en la canción, pero se usaron las drogas como inspiración para realizarla.

Drogas
¿y sus efectos en la música?

Música y drogas: mitos, verdades y anécdotas

Las drogas han caminado de la mano con el ser humano prácticamente desde los inicios de nuestra existencia, formando parte de casi todas las culturas. Más allá de que sean usadas con fines recreacionales, ceremoniales o militares, y de que su consumo sea un tema que genera grandes debates, lo cierto es que, su presencia e influencia en nuestra cultura es innegable.

La música, como todo arte, no ha estado apartada de esto, y en muchos casos se ha relacionado estrechamente con la experimentación alucinógena y la masificación de ciertas drogas en la cultura popular. Si bien la corriente que más fuertemente vinculó la música y la experimentación con drogas fue el movimiento hippie y la contracultura de los ‘60, ya en 1830 el compositor Hector Berlioz había hecho lo suyo con su Sinfonía Fantástica, la cual relata el viaje y las ensoñaciones de un fumador de opio.

Actualmente el debate público en materia de drogas está centrado en dos bandos opuestos y extremos: en un lado tenemos la mirada prohibicionista que “sataniza” a las drogas y a sus usuarios, mientras que en el otro tenemos una postura liberal y, en ocasiones, romántica, que promueve el derecho individual a decidir con respecto a qué consumir y qué no. El problema, naturalmente, recae en la radicalización de ambas y en la argumentación a partir de mitos y no desde la evidencia. 

Louis Armstrong y la marihuana

Como bien lo sabía el trompetista Louis Armstrong, fumar porros era una práctica habitual entre los músicos de jazz entre los años ’20 y ’40. El cannabis les ayudaba a calmar la ansiedad y a desinhibirse, aumentando el fiato entre músicos y facilitando la improvisación tanto en los conciertos como en las sesiones que llevaban a cabo en sus casas.

Ciencia: ¿y sus efectos en la música?

Según estudios, la marihuana ayuda a disfrutar más de la música por su efecto en la recepción de dopamina, el neurotransmisor asociado a las recompensas y a ciertas formas de placer.

Esta sensación placentera y de relajo, sumada a una pérdida de la noción del tiempo, llevan al músico a un mayor goce del “aquí y el ahora”, haciendo de la música una experiencia más corporal que auditiva. Al estar maximizadas las sensaciones placenteras (entre las que se incluyen la creatividad, la comida y el sexo), la sensación del músico al tocar o al componer es más satisfactoria, pues cree que la marihuana le hace más creativo. Pero en términos estrictos, la marihuana no tiene ningún efecto demostrado en la creatividad.

Es necesario precisar, sin embargo, que la creatividad, al igual que las experiencias con drogas, dependen en gran medida de una buena disposición individual y de un contexto amigable ( set and setting, en inglés) para el libre flujo de ideas. La marihuana, al reducir ansiedades y tensiones, facilita estas condiciones y permite un desempeño más relajado entre compañeros de banda y, por ende, mayor productividad en la creación grupal de música. Pero, nuevamente: estas condiciones pueden alcanzarse sin necesidad de consumir drogas, simplemente procurando un ambiente óptimo para la creatividad.

De acuerdo a Sciencemag, un estudio realizado por Nora Volkow, directora del National Institute on Drug Abuse (Estados Unidos), demostró que el consumo abusivo de marihuana no afecta la producción de dopamina, pero sí su recepción. En la práctica, esto se traduce en pérdida de motivación y un aumento en emociones negativas, que desencadenan en la imposibilidad del cerebro de procesar las sensaciones de placer, forzando al individuo a consumir más marihuana con tal de obtener esas recompensas que su cerebro no logra procesar de forma natural. En otras palabras: consumo problemático.

The Beatles

Su música que comenzó como simple rock and roll, poco a poco fue evolucionando hacia dimensiones más experimentales a medida que su fama fue creciendo, llegando a expandir los límites de la música pop más allá de lo imaginable para entonces.

Un factor clave en esta expansión musical tuvo que ver con la experimentación que los cuatro músicos llevaron a cabo con drogas. Primero con la marihuana, gracias a la mala influencia de Bob Dylan, la música de The Beatles fue encaminándose en su disco Rubber Soul (1965) a una senda musical más introspectiva y profunda, y experimentando con nuevas técnicas de grabación e instrumentos nunca antes escuchados en música popular de occidente, como el sitar.

La máxima experiencia psicodélica, sin embargo, llegaría con el LSD.

El existencialismo, las revelaciones espirituales y las búsquedas trascendentales son frecuentes en los relatos de quienes han probado LSD. Esto lleva al individuo a experiencias de interacción con lo “divino”, a través de un estado en el que se le muestra el orden elemental del universo, una forma no personificada de “Dios”.

Ciencia, otra vez: ¿por qué pasa esto?

Según un estudio publicado en 2016 por el psiquiatra y académico de la U. de Cardiff, David Nutt, lo que el LSD hace en el cerebro es “unificar” las funciones que normalmente operan por separado. Las barreras que separan los canales de la visión, la audición o el movimiento, entre otras, se rompen y todo el cerebro comienza a trabajar de forma integrada.

En el caso de The Beatles, la experimentación con LSD fue el vehículo para catalizar una inquietud artística que venía arrastrándose desde hacía tiempo. Sumergirse e indagar en el ámbito espiritual les permitió expandir los límites del rock mucho más allá de su banalidad mundana y ayudó a la apertura de la banda a la genialidad creativa de George Harrison. Según Ringo Starr, el LSD les proporcionaba excelentes contenidos para sus canciones, pero para poder sacarles el máximo provecho debían estar completamente sobrios al grabar. En sus palabras: “hacíamos música realmente mala cuando tocábamos drogados o trastocados en cualquier forma, por eso teníamos que vivir las experiencias y llevarlas a la música después.”

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Consultas

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